En mi vida han habido muchos animales, mi primer mascota, fué una tortuga; la conocí cuando tenía un año, por supuesto que yo tenía un año, no la tortuga que no medía más de 5 cm. Le pusimos Aylín. Hoy ella ya tiene según sus rayitas del caparazón 14 años, según su tiempo de vida con nosotros 11 años. Todos los que tienen tortugas nos han dicho que emiten sonido, ella jamás se ha quejado de nada. duerme toda despatarrada, jamás ha dormido dentro de su caparazón. Hubo veces que pensamos que estaba muerta, tenía su cuello todo afuera y era que estaba disfrutando de una hermosa siesta. Le encanta comer tomates, manzanas, lechuga, durazno, y carne picada. Luego de ella, vinieron pecesitos de colores, me pasaba horas frente a la pecera observando como nadaban, parecía mi televisión, venía del preescolar corriendo a verlos, todos tenían nombres aunque jamás acudían cuando los llamaba, jajaja.
Cuando tenía cinco años llegó a mi hogar Reyna Ruca (reyna de la casa) me la regaló mi hermano mayor. El había rescatado de la calle a su madre que había sido atropellada y habían nacido los cachorritos por el impacto del auto que la atropelló y la dejó tirada en la calle. Nació ella y cuatro perritos más. Ahora tiene 6 años y es muy juguetona, me espera de la escuela con la pelota en la boca para jugar, le gusta espiarme por la ventana del comedor y me invita a jugar moviendo la cola y trayéndome su pelota.
Para ese tiempo llegó Dafne, una supuesta gatita que cuando creció se hizo gatito, jajajaj entonces pasó a llamarse Daf Nihuel (porque no les dije que llevan nombres mapuches, todas mis mascotas) él se crió con Reyna jugando, tienen la misma edad. Daf es tranquilo, nunca le gustó hacer travesuras, es juguetón, es un buen cazador, todo el día está en el patio descansando, no pelea con otros gatos porque está castrado.
Esta desición se tomó en casa porque mi abuela tenía un gato macho que siempre vivía todo herido por las peleas territoriales con otros gatos y desaparecía semanas y regresaba enfermo. Y yo a los cinco años quería que siempre estuviese a mi lado y no peleara con otros gatos. Es muy compañero, cuando quiere entrar en casa rascuña la puerta para avisarnos que le abramos la puerta.
Por último hace un año, llegó a casa Ayuntum o mejor dicho:- la trajo mamá. Sí, la trajo mamá estaba en mi escuela y todo el mundo la pateaba para que se corra de la entrada de la escuela, la habían tirado allí siendo cachorrita, apenas comía solita. Yo me quedé en la escuela muy triste sabiendo de su situación, que estaba solita y abandonada y toda las personas que dejaban a sus hijos en la escuela la pateaban. Como mi maestra me vió triste me preguntó que pasaba, y yo le deje que estaba esperando que terminaran las clases ese día para saber de la cachorrita y ella me dijo te cuento un secretito: tu mamá la llevó. Yo no le creía, pero cuando mamá regresó a buscamarme me dijo que me esperaba en casa. Ese día la maestra Alejandra Pucheta y yo eramos muy felices... Mi maestra tiene como 15 perros que juntó de la calle viviendo con ella y no recuerdo cuantos gatos más, ella es un ejemplo para mi vida de dedicación y amor por los animales.
No hay comentarios:
Publicar un comentario