El abril pasado un terremoto asoló las tierras del país, pero nos vamos a centrar en la prefectura tibetana de Yushu ya que es el zona tradicional de cría de la raza canina.
Muchos de los canes están sufriendo las terribles consecuencias del desastre y el ser una zona donde se criaban y se vendían estos animales incrementa la fatal situación.
El día14 de abril fallecieron unos 200 mastines además de miles de personas. Ese número de perros supone el 10% de la población canina de mastines tibetanos, siendo el 90% restante los perros que han sobrevivido encontrándose en peligro y amenazados por enfermedades.
La desnutrición está presente en la mayoría de los mastines tibetanos y la falta de cuidados hace que las epidemias se propaguen con más rapidez. Organizaciones de defensa de los animales ya se han movilizado pero necesitan más ayuda, se han recolectado más de 22 toneladas de comida para los perros pero aún así no ha sido suficiente y se ha tenido que repartir de forma racionada.
El Mastín Tibetano es una raza que necesita cuidados muy específicos y mucho mimo por parte de los humanos. Su dieta debe estar compuesta por alimentos ricos en vitaminas (carne, yogur, entre otros) que suelen ser caros en el mercado del país.Perro valiente, buen compañero y guardián que usualmente vive con pastores de rebaños, viviendas o monasterios. Su carácter es reservado, protector y madura, se puede confiar en él a menos que se le provoque y necesita ejercicio, una dieta rica y un cepillado diario en su pelaje negro y marrón fuego. Pero en las actuales situaciones los veterinarios de la zona han advertido de la posibilidad de la aparición de brotes de rabia entre los perros supervivientes que andan en libertad y una predisposición más violenta por parte del animal.
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